Los medidores inteligentes afortunadamente no ganaron la batalla aún

Es de conocimiento público que para contar con sistema eléctrico es necesario poseer medidores y empalmes pues es éste el sistema encargado de medir el consumo. Antes del año 2018, y de modo ilógico, eran los clientes los dueños de estos dispositivos a pesar de ser parte directa de la red de distribución de energía, teniendo que asumir la responsabilidad de cualquier daño que se ocasionara a pesar de ser por alguna catástrofe natural.

El 27 de febrero del 2018, y tras más de dos años en el Congreso, se publica en el diario oficial la Ley que Modifica la Ley General de Servicios Eléctricos, que tiene como objetivo principal, imponer a la empresa distribuidora de energía la obligación de solventar el retiro y reposición del empalme y medidor, haciéndose ellos responsables de ambos artefactos.

La idea no disgustaba a la población hasta que se anunció que los antiguos medidores debían ser reemplazados por medidores inteligentes, y el costo de aquellos sería solventado por los mismos clientes.

‍La transición a los medidores inteligentes: mil millones de dólares invertidos

Hoy en día, el grueso de las viviendas en Chile posee medidores análogos, es decir, dispositivos que requieren de personal para su funcionamiento. Dentro de los siguientes 7 años, las grandes empresas distribuidoras de energía esperan poder reemplazar estos medidores por unos “inteligentes”, que facilitarían el trabajo al manejarse solos, simulando un robot. La Comisión Nacional de Energía (CNE), estima que este cambio tendría un costo aproximado de mil millones de dólares, cifra que deberán asumir los clientes.

Previo a que se comunicará esta información, la propuesta tuvo buen recibimiento, pero a medida que se implementaba el cambio surgieron muchas dudas y disconformidad por parte de la población. Así lo demuestran los resultados de la encuesta realizada por Cadem-DF. Fue rotundo, más del 85% de los consultados creen que esta medida no los beneficia directamente como consumidores, que esto no bajará los precios ni hará que la empresa otorgue un mejor servicio. Para abril de este año la desaprobación de la medida era evidente, dejando como una minoría absoluta aquellos que sí se encontraron de acuerdo al momento de realizada la encuesta.

Propuesta en picada: 84% de desaprobación en la gestión del gobierno

La gente entrevistada sostiene que el cambio a este sistema sólo beneficiaría a las grandes empresas eléctricas, puesto que, los medidores inteligentes serían altamente sensibles a captar cualquier consumo eléctrico que pueda tener una vivienda pudiendo producir un aumento en el cobro mensual. Además de esto, los bajos números de aprobación que entrega la encuesta realizada por Cadem-DF se debe a que los medidores que logren ser instalados deberán serán pagados por los mismos clientes, teniendo como consecuencia un aumento en los egresos de las familias. En el caso de las personas que viven en departamento, esta suma se vería reflejada en los ya grandes montos que deben pagar por concepto de gastos comunes. En suma, el 84% de los encuestados desaprueba la gestión del gobierno frente a debate de medidores.

Frente al descontento popular, las empresas propusieron abonar $10 mil pesos a los clientes que aceptaran realizar este cambio. Pese a esta medida, un 86% de la gente que fue consultada continuó rechazando la iniciativa, según datos aportados por la encuesta realizada por Cadem-DF.

Gobierno propone voluntariedad y asume errores

Aunque en un principio la sustitución de los medidores tradicionales por los medidores inteligentes iba a hacer un proceso obligatorio para las comunidades,  la Ministra de Energía Susana Giménez anunció frente a la polémica el 17 de de abril que el cambio sería voluntario.

Si bien la discusión por el cambio de dispositivo se dió por finalizada, la noticia dejó un gran descontento en la población, quienes refieren dudas de las decisiones que pueda tener el gobierno actual. El Presidente Sebastián Piñera, el pasado 19 de Abril en el Consejo de Gabinete donde se discutía el tema, dejó muy en claro que: “Hay que ser muy honesto y humilde en reconocer los logros, pero también reconocer en donde tenemos problemas y dificultades. Pero sobre todo, donde podemos corregir errores, enmendar el rumbo en cómo ser un mejor gobierno para los chilenos”.

Actualmente, y a pesar de ser las principales involucradas, las grandes empresas de energía no han querido omitir comentarios sobre el tema.